Los pólipos colorrectales son crecimientos anormales que se forman en el revestimiento interno del colon o el recto. Son muy comunes y, en la mayoría de los casos, son benignos (no cancerosos). Sin embargo, algunos pólipos pueden volverse cancerosos con el tiempo, por lo que es importante detectarlos y tratarlos adecuadamente.

Existen varios tipos de pólipos colorrectales, pero los más comunes son los pólipos adenomatosos. Estos pólipos tienen un mayor potencial de volverse cancerosos y, por lo tanto, se recomienda su extirpación. Otros tipos menos comunes incluyen los pólipos hiperplásicos, los pólipos serrados y los pólipos inflamatorios.

Los pólipos colorrectales suelen ser asintomáticos, lo que significa que no causan síntomas evidentes. Por esta razón, se recomienda realizar pruebas de detección, como la colonoscopia, para identificarlos. Durante una colonoscopia, se introduce un tubo flexible con una cámara en el extremo (llamado colonoscopio) a través del recto para examinar el colon y el recto en busca de pólipos u otras anomalías. Si se encuentran pólipos, generalmente se extirpan durante el mismo procedimiento mediante una técnica llamada polipectomía.

La extirpación de los pólipos se realiza para prevenir la aparición de cáncer colorrectal. La mayoría de los pólipos se pueden extirpar completamente durante la colonoscopia, y el tejido extirpado se envía para su análisis patológico para determinar si son benignos, precancerosos o cancerosos. En algunos casos, si se encuentran pólipos grandes o múltiples, puede ser necesaria una cirugía más invasiva para extirparlos.

Es importante destacar que la detección temprana y la extirpación de los pólipos colorrectales son fundamentales para prevenir el desarrollo de cáncer colorrectal. Por lo tanto, se recomienda seguir las pautas de detección establecidas por los expertos médicos, que pueden variar según la edad y los factores de riesgo individuales. Si se ha diagnosticado un pólipo colorrectal, es importante seguir las recomendaciones médicas para el seguimiento y control posterior, ya que pueden ser necesarios exámenes regulares para detectar cualquier pólipo nuevo o cambios en los pólipos existentes.