loading

La incontinencia fecal, caracterizada por el escape accidental e incontrolable de heces, es un problema que afecta a muchas personas, alterando de forma importante la calidad de vida. Actualmente hay varios tratamientos que ofrecen una solución eficaz a este problema.

¿Qué es la incontinencia fecal?

La incontinencia fecal es la incapacidad de retener las heces, líquidos, o gases dentro del ano hasta que se encuentra el lugar y el momento socialmente adecuados para defecar. Este trastorno provoca problemas físicos y psicológicos que pueden causar rechazo social, aislamiento y alteraciones importantes en la calidad de vida de las personas que lo padecen.

¿Es un problema frecuente?

No hay suficientes estudios que permitan conocer el número de personas que sufren

incontinencia fecal, ya que el problema no siempre se admite, ni se consulta por ello.

Diferentes estudios epidemiológicos apuntan algunos datos sobre la magnitud de esta disfunción: puede llegar a afectar en diferentes grados hasta un 15% de la población general, se presenta en un 4-6% de las mujeres después de un parto vaginal, incrementando el porcentaje hasta un 17% en las personas mayores.

La incontinencia fecal es aproximadamente dos veces más frecuente en mujeres,

principalmente por motivos de disposición de los órganos reproductivos y urinarios en la pelvis femenina y por las posibles alteraciones asociadas al parto. Es un problema que se incrementa con la edad y es más frecuente en personas con otras enfermedades de la región pélvica.

¿Por qué puede suceder?

El funcionamiento normal de la continencia anal requiere una compleja participación de múltiples factores como el sistema nervioso central (el cerebro y médula espinal), así como los nervios y músculos del ano. Está también influida por la consistencia de las heces, el movimiento de los intestinos, la capacidad de distensión del recto y la sensibilidad anal. Hay factores psicológicos que también interaccionan con la continencia. Cuando alguno de estos factores se altera, puede producirse incontinencia fecal. Partos difíciles, intervenciones quirúrgicas complejas realizadas en el ano, intervenciones del recto, o de órganos ginecológicos, en alguna ocasión pueden ser causa de incontinencia. Además, enfermedades generales como la diabetes, algunos problemas neurológicos, y la enfermedad inflamatoria intestinal si afecta el recto o el ano, puede ser causa de incontinencia. La gran mayoría de los pacientes presentan incontinencia por múltiples causas que poco a poco han

ido debilitando su aparato esfinteriano o alterando su función defecatoria.

Hay un grupo pequeño de pacientes en los que no se puede determinar la causa de su incontinencia, y que los médicos catalogamos de incontinencia idiopática (o de causa desconocida), y para los que también hay tratamiento.

¿Qué gravedad tiene?

La incontinencia fecal en la gran mayoría de los casos se trata de un problema que no pone en peligro la supervivencia del paciente. Sin embargo, implica una alteración muy importante en la calidad de vida, y en la mayoría de los pacientes puede terminar afectando la vida personal, social y laboral. Por esta razón es importante que se consulte cuando se presenta.

¿Cómo se estudia la incontinencia?

Catalogar y cuantificar la incontinencia

El médico, después de una historia clínica convencional, realizará una evaluación del problema mediante una serie de preguntas ya estipuladas que permiten cuantificar la incontinencia, es decir, clasificarla en cuanto a la gravedad. En las semanas siguientes el paciente deberá rellenar diariamente un diario de continencia; este consiste en un cuestionario que permitirá determinar el tipo y severidad de la incontinencia. Esto permitirá:

1) Evaluar la gravedad inicial de la incontinencia.

2) Determinar el tipo de incontinencia que tiene el paciente.

3) Decidir el mejor tratamiento que se le puede ofrecer.

4) Evaluar los resultados del tratamiento y así ver si se requiere algún tratamiento

complementario y de qué tipo podrá ser.

Pruebas más frecuentemente realizadas para evaluar la incontinencia fecal son:

  • Ecografía endoanal: Consiste en una estudio que permite ver cómo están los esfínteres anales, mediante una sonda

de ultrasonidos (no se utilizan rayos X), que se introduce por el ano. Es una exploración inocua, que no requiere ningún tipo de anestesia, y que puede provocar una ligera molestia o incomodidad, sin causar dolor. Tiene una duración aproximada de 15 minutos.

  • Manometría anorrectal: Consiste en la determinación de las presiones de los esfínteres anales, es decir, permite evaluar la fuerza que tienen los dos esfínteres y si ésta es suficiente para controlar la función anal, así como la sensibilidad que tiene el recto para detectar la llegada de heces. Se requiere de la introducción de un tubo muy fino por el ano, y de la colaboración del paciente a realizar

Estudio neurológico del territorio del nervio: Pudiendo los nervios pudendos son los que inervan el canal anal. Se estudian mediante una prueba que requiere realizar un pequeño pinchazo en el ano, con una aguja muy fina, y permite evaluar la función nerviosa del aparato esfinteriano.

Escriba un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *